REPARACIÓN DE HERNIA DE HIATO GIGANTE CON MALLA DE TITANIO (TiOMESH)
Introducción:
La reparación de la hernia de hiato gigante es una intervención técnicamente compleja, y controvertida, asociando un elevado porcentaje de recurrencias; la mayoría de ellas anatómicas pero no sintomáticas. El uso de mallas como refuerzo del cierre hiatal ha dado lugar a una significativa reducción en la tasa de recurrencias en comparación con el cierre aislado mediante sutura primaria. Sin embargo, el uso de prótesis en la reparación de las hernias paraesofágicas gigantes no es aún generalizado debido a las complicaciones atribuidas al material protésico.
Presentamos el caso de una reparación de hernia hiatal gigante mediante malla de titanio (TioMesh) y los resultados obtenidos en nuestro centro a corto y medio plazo con este tipo de material en la reparación de la hernia paraesofágica gigante o recidivada.
Material y Métodos:
Se realiza un estudio prospectivo de los pacientes intervenidos de hernia de hiato paraesofágica gigante o recidivada, en los que se realizó reparación con malla de titanio (Tiomesh) entre los años 2014 y 2016 en el Hospital Ramón y Cajal.
Resultados:
Se intervinieron 11 pacientes (9 mujeres y 2 varones). La edad mediana fue de 75 años (Rango: 66 – 80 años ).
Ocho pacientes presentaban una hernia de hiato paraesofágica gigante (72,7 %) y en tres casos se trataban de defectos recidivados clínica y anatómicamente (27,27 %). En todos los casos se pudo completar el procedimiento por vía laparoscópica y el tiempo mediano de intervención fue de 120 min (Rango, 102-182 min). En 9 casos la malla fue fijada mediante puntos sueltos (81,8 %) y en 2 pacientes se utilizaron tackers (18,18 %). La técnica antirreflujo asociada en la mayor parte de los casos fue la funduplicatura tipo Nissen (91%).
La tasa global de complicaciones fue del 18% que corresponde a dos pacientes; en ningún caso complicaciones relacionadas con la malla. En un paciente se produjo la apertura incidental de la pleura durante la disección del saco herniario y un segundo paciente al que se le realizó simultáneamente una eventroplastia, desarrolló un hematoma de pared abdominal.
La estancia mediana fue de 3 días (Rango: 2-3,5 días). Se detectaron dos casos de recidiva clínica sin signos de recidiva radiológica. Ningún paciente ha sido reintervenido tras un periodo medio de seguimiento de 10 meses (Rango: 5-15 meses). No hubo casos de mortalidad a los 30 días postoperatorios.
Conclusión:
El refuerzo del cierre primario mediante mallas de titanio parece representar una opción de reparación duradera en pacientes con hernia de hiato gigante. En nuestra serie los resultados son favorables en cuanto a complicaciones y recidivas, pero el periodo de seguimiento de los pacientes sigue siendo reducido para sacar conclusiones de los resultados a largo plazo. Así pues, serían necesarios estudios con mayor casuística y un periodo de seguimiento más prolongado para comparar nuestros resultados y esclarecer los beneficios del uso de este tipo de material protésico en la patología del hiato esofágico.